Sombres de Bono

La secuencia de sombreros debe pensarse antes de realizar el taller y adaptarse en función del equipo y de los roles de cada miembro, así como del objetivo.

• Para llevar a cabo una resolución de problemas de una forma diferente, comience por el sombrero verde para recopilar las posibles ideas frente al asunto abordado. A continuación, cada participante podrá expresar cómo se siente a través del sombrero rojo (sin necesidad de justificación ni de ser objetivo). Los puntos positivos de las ideas planteadas se plantearán con el sombrero amarillo y, finalmente, el grupo iniciará una tormenta de ideas para comprobar si no hay otro enfoque posible. Por último, el sombrero azul permitirá poner en marcha el plan de acción adecuado.
• Para motivar y unir a un equipo en torno a una idea: realice una actividad de sombrero amarillo, que permite hablar de los puntos positivos. Continúe con una actividad de sombrero negro, que consiste en citar los obstáculos y problemas que encontrará el equipo. Por último, para atajar cada uno de los problemas identificados, será el momento de buscar soluciones poniéndose un sombrero verde.
• Para plantear ideas: es posible reunir a personas que, por naturaleza, tienen una personalidad de “sombrero verde o amarillo” y pasar después a los demás sombreros. Partiendo de los comentarios que hagan los participantes, habrá que buscar cómo pasar a la acción.

Puede añadir una tarjeta por cada sombrero, en la parte superior de la columna, para recordar su significado a los participantes.

Otra forma de proceder es asignar un sombrero por persona y que cada participante se exprese en función del sombrero que lleve puesto. Es posible ir rotando los sombreros durante la sesión.